Cerca del 85% de la población en España apoya la regularización de la eutanasia, según una encuesta del IPSOS del 2018. Expertos en oncología como Francisco Barón son quienes viven más de cerca la situación actual de la atención a los pacientes gallegos al final de la vida-

¿Se aprecia este apoyo mayoritario en el sector médico?

Hay algunos colegios de Médicos como el de Vizcaya y algún otro más, que sí han hecho encuestas entre sus colegiados y ha salido un apoyo mayoritario. Pero no se ha hecho una encuesta a nivel estatal.

Quienes apoyan la eutanasia subrayan que se trata de un derecho individual ¿Cuál es a su juicio la clave del debate?

Yo creo que el debate, (y esta es una opinión personal que no representa a nadie, como médico facultativo de oncología que se ha dedicado a los paliativos y lleva la unidad de hospitalización donde vemos enfermos al final de la vida) es precisamente el problema de cómo quiere la sociedad abordar el final de la vida.

¿Pero le parece lícito que quien lo desee pueda solicitarlo?

Da la sensación de que la única manera de afrontar dignamente el final de la vida es la eutanasia. Yo no digo que no sea una de las maneras posibles. Pero hay una minoría de ciudadanos que consideran libremente que se puede morir dignamente sin eutanasia. A través de óptimos cuidados. La evidencia científica dice que los óptimos cuidados al final de la vida son costoeficientes y con los nuevos avances de la ciencia y la tecnología pueden, en la mayoría de los casos, proporcionar una buena muerte.

¿Cuál es el problema entonces?

El problema para mí es que los enfermos que eligen libremente al final de la vida los mejores cuidados, pero como no los hay, muchas veces, como mal menor y por desesperación eligen la eutanasia.

¿El sistema falla en la atención al final de la vida?

La atención que se recibe al final de la vida en estos momentos es mala. Lo dice la Sociedad de Cuidados Paliativos y yo lo veo cada día. Los enfermos no mueren en habitaciones individuales, como dice la ley gallega de final de vida. Pueden a veces, y otras veces mueren en una habitación de tres, a veces en urgencias… Los cuidados al final de la vida no son la prioridad de ningún sistema público de salud. El que tiene dinero sí que se garantiza unos buenos cuidados porque contrata recursos de enfermería y de otro tipo para tenerlos. ¿Y el que no tiene dinero?

¿Podría ser compatible la eutanasia con un sistema digno de cuidados paliativos?

Sí, podrían ser compatibles si se hace bien. Pero algún compañero de alguna comisión me dijo: «Lo que dices, Paco, es muy bonito y utópico; pero tú y yo sabemos que los cuidados no se van a impartir bien, que no interesa. Entonces vamos a ser pragmáticos y facilitemos la eutanasia»

¿Qué le preocupa como médico?

A mí me preocupa la gente que no la quiere y se ve abocada a ella por el déficit de óptimos cuidados, porque no son libres. Si algunos de los que piden la eutanasia tuvieran una buena atención no la pedirían. Si se facilita, se legaliza y se ponen los medios adecuados para hacer bien la eutanasia y no se hace lo mismo con los que eligen libremente la otra opción estamos creando una sociedad injusta. ¿O es que solo se favorece a las mayorías?

¿Nuestros mayores y enfermos están desprotegidos?

El problema social que tenemos es que hoy en día hay mucha soledad. No hay cuidadores, y la ley de dependencia para pagar a un ciudadano para que deje de trabajar y se ocupe en su casa de cuidar a un familiar no se aplica. Hay retrasos de uno y dos años y entonces, si alguien se ha puesto a cuidar a su ser querido en su casa para colaborar con una primaria en el buen cuidado y no recibe ese apoyo, que legalmente tiene concedido pero que no se aplica en la práctica, pues entonces le estás abocando a un vacío tremendo de cuidados. Que se busque la vida. Por la ley de dependencia le corresponde dinero para cuidar a su ser querido, pero como no se lo van a dar hasta que esté muerto… pues algunos dirán, en la desesperación, por lo menos lo que sí que me garantizan es la eutanasia. Me parece injusto para esa minoría.

Y mientras lo que interesa es ofrecer una imagen de sociedad abierta.

No es una cuestión de ser cerrados o abiertos. Es cómo quiere la sociedad abordar el final de la vida de los ciudadanos en el siglo XXI. La mayoría de los mayores viven solos con sus hijos trabajando fuera, sin el convoy social que tenían nuestros abuelos en las aldeas. Ellos siempre estaban acompañados y alguien iba a cuidarles.

¿Es un tema grave?

Es un tema peligroso. Lo que estoy diciendo es incorrecto políticamente, pero la Comisión Galega de Cuidados Paliativos se reunió en diciembre después de dos años de travesía en el desierto. ¿Eso es realmente potenciar los cuidados?

 

 

Entrevista realizada por Marta Otero para “La Voz de Galicia” el 12 de febrero de 2020, sección Sociedad, página 23.