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    Saludo del párroco

    La parroquia de San Antonio de A Coruña quiere daros su bienvenida más cordial por medio de esta página, en la que presentamos y ofrecemos las actividades que llevamos adelante como comunidad cristiana.

    Todos tenemos un lugar en esta familia de creyentes y a todos nos incumbe el seguir edificándola. Así pues, deseamos que esta página no sea solamente un lugar de información sino que te sientas en ella cordialmente acogido e invitado.

    Como dice el Santo Padre hablando de internet: “la Iglesia siempre ha intentado promover su uso al servicio del encuentro entre las personas y de la solidaridad entre todos”.

    Nuestra intención es ayudarte a encontrarte con Jesucristo, que se nos presenta en la Palabra, la Eucaristía y la Comunidad; y, al encontrarte con Él, convertirte en instrumento de unidad entre los demás.

    Para esto, te ofrecemos nuestras actividades de formación, de celebración y de caridad, que nos identifican y nos hacen creer como personas y como comunidad. Así que… ¡bienvenido!, estás en tu casa.

    Equipo sacerdotal

    Párroco

    D. Ramón Caamaño Pacín.

    Es el pastor de la comunidad en nombre del Obispo, que lo nombra y al que informa. El párroco es el máximo responsable de la parroquia, de acuerdo con el derecho canónico, en todos los aspectos. Para el ejercicio de sus labores puede delegar funciones en sacerdotes y seglares, de acuerdo al derecho.

    Serán labores prioritarias del párroco: dar ejemplo, cuidar y alentar a los sacerdotes confiados a él en el ámbito de la parroquia; cuidar del Pueblo de Dios en general y de los más pobres y necesitados en particular; anunciar la Buena Nueva y promover y alentar el espíritu evangelizador y misionero de toda la comunidad parroquial; cuidar y promover el espíritu comunitario y la vivencia eclesial de la Fe. El párroco preside el Consejo Pastoral y el Consejo de Economía.

     

    Sacerdotes colaboradores

    Don José María Máiz Cal

    Don José Cruz Romero

    Sacerdotes que se han vinculado a la parroquia para colaborar con ella en aspectos puntuales y acotados, como pueden ser: la celebración sistemática de algunos sacramentos o el cuidado pastoral de algún grupo. No tienen dependencia jerárquica del párroco; pero, en la medida en que han aceptado una tarea en la parroquia, están sujetos a la disciplina propia de la parroquia, como los demás, en dichas tareas. Son nombrados por el párroco. Informan al párroco y a quien corresponda según la organización funcional de la parroquia.

     

    Diácono permanente

    Rafael Casás Salgado.

    La misión del diácono es administrar solemnemente el bautismo, conservar y distribuir la Eucaristía, ser ministro de la exposición del Santísimo Sacramento y de la bendición eucarística, ser ministro ordinario de la sagrada comunión, portar el viático a los moribundos, en nombre de la Iglesia asistir y bendecir el matrimonio, leer la Sagrada Escritura a los fieles, instruir y exhortar al pueblo de Dios, presidir el culto y la oración de los fieles, servir en el ministerio de la palabra al pueblo de Dios, celebrar el culto divino, administrar los sacramentales como pueden ser el agua bendita, la bendición de casas, imágenes y objetos y por último presidir el rito fúnebre y la sepultura.

    El diácono no es simplemente una persona que ayuda al párroco o al sacerdote. Comporta todo un servicio al pueblo de Dios. De ahí la preparación espiritual, humana, teológica y filosófica que deba tener previamente al ejercicio de su ministerio.