Estimados padres:

Estamos seguros de que una de vuestras mayores preocupaciones es la educación de vuestros hijos.

En este tiempo de pandemia muchas personas han estado ayudándonos a vosotros y a ellos (sacerdotes, catequistas, profesores) en su formación académica y también la religiosa. No ha sido fácil para todos, pero creemos que lo estáis superando con mucho ánimo e ilusión, gracias a todos.

Como ya sabéis, en estos momentos, se está llevando a cabo una reforma en el sistema educativo en la cual se recortan vuestros derechos para decidir la educación que queréis para vuestros hijos y, en concreto, en lo referente a la materia de religión.

Por eso queremos haceros una llamada para recordaros algunas cosas que, como padres católicos, no debéis olvidar:

 

1.- Una educación de calidad ha de procurar el desarrollo de todas las dimensiones de la personalidad de los alumnos. Y la religiosa es una dimensión fundamental de la persona y no puede estar ausente en la educación escolar.

2.- La enseñanza religiosa de vuestros hijos es un derecho fundamental que tenéis como padres. Los hijos son vuestros y a vosotros corresponde decidir su formación religiosa.

3.- La presencia de la enseñanza religiosa está reconocida por la ley. Así aparece en la Declaración de Derechos Humanos, se recoge en nuestra Constitución y en todas las leyes educativas.

4.- La enseñanza religiosa no depende de la ideología política de un Gobierno. Los gobiernos sólo deben procurar, con sus leyes, que se cumpla vuestro derecho a decidir la formación que queréis para vuestros hijos.

5.- La presencia de la religión no es un privilegio de España. Está presente en todos los países de Europa según se recoge en sus Constituciones y leyes fundamentales educativas.

Por tanto, a vosotros, padres, pedimos que soicitéis, en los centros educativos, enseñanza religiosa católica para vuestros hijos. La formación religiosa los ayudará a un mejor conocimiento del mensaje cristiano y les proporcionará una educación en los valores del evangelio para crecer como personas y como cristianos.

Sin duda son importantes todas las materias. Pero la religión nos ayuda a encontrar el sentido de la vida que tanta falta nos hace, sobre todo, en los momentos difíciles de la vida.

Por tanto pedid que vuestros hijos crezcan y sean educados en la religión que todos creemos y vivimos.

Que el Señor os ayude a vosotros y a todos los que colaboran por una mejor formación de vuestros hijos.

 

Luis Otero Outes

Vicario Episcopal de Enseñanza