Inicio: miércoles 14 de octubre, 18,30 hs.

Queridos padres:

Para llevar a cabo una adecuada iniciación cristiana de los niños, os proponemos que LA CATEQUESIS PARA INICIAR EN LA VIDA CRISTIANA comience cuando los niños cumplan seis años, o estén cursando el primer curso de Primaria, de manera que inicien o completen su proceso personal de fe viviendo como cristianos.

Para llevar a su término este proceso, la Iglesia se sirve de dos medios principales: la catequesis y la liturgia.

Una catequesis en la que, semanalmente, los niños van a ir conociendo y viviendo, con la ayuda del Catecismo “Jesús es el Señor”, a Dios como Padre, a su Hijo Jesucristo como Salvador, al Espíritu Santo como Señor y Dador de Vida, y a la Iglesia como familia de los hijos de Dios. La Iglesia es la que tiene la misión de transmitir la fe y educar en ella, iniciando en las verdades reveladas (Credo), en la vida moral (Mandamientos y Bienaventuranzas), en la vida litúrgica (Sacramentos) y en la vida de oración (Padre nuestro).

Una liturgia en la que, semanalmente, vuestros hijos van a ir conociendo el significado de los signos a través de los cuales Dios nos comunica su gracia a través de los sacramentos. Aprenderán a hablar con Dios y asistirán a la celebración de la Eucaristía los domingos a las 13 hs. También participarán en actividades que les ayuden a preparar la celebración cristiana de la Navidad, de la Semana Santa, de la Pascua y demás fiestas cristianas.

El objetivo es que vuestros hijos se eduquen en la fe de la Iglesia Católica, aprendiendo lo que es ser cristiano y viviendo como tales. Para ello podrán ir celebrando los sacramentos de la vida cristiana, en la medida que vayan asumiendo vitalmente este estilo de vida.

Agradecemos de todo corazón el esfuerzo que hacéis por educar a vuestros hijos en la fe y os pedimos que, libremente y según vuestro compromiso cristiano, les acompañéis en este proceso personal, participando en las reuniones que convoque el coordinador de catequesis, el diácono permanente don Rafael Casás; asistiendo con ellos a la eucaristía dominical y demás celebraciones; y, especialmente, siendo testigos de esa fe y modelos con vuestro ejemplo.

Aprovechamos la ocasión para saludaros y ponernos a vuestra entera disposición.