Los pueblos indígenas y campesinos del Chaco en Paraguay están abandonados por el Gobierno, viven aislados por la falta de vías de comunicación y el rigor climático; no tienen acceso a educación, salud, agua y alimentos.

Esta es la realidad del Distrito Fuerte Olimpo del Departamento de Alto Paraguay, situado en el extremo norte de la región occidental del país.

Las comunidades indígenas son vulnerables al depender de trabajos temporales, la recolección de frutos, la pesca y la artesanía.

La consecuencia es la pobreza estructural en las familias que trae consecuencias graves en la educación y salud de los hijos. La mujer es la que se ocupa de la familia, a menudo en situación de explotación. Los niños sufren anemia por la poca calidad del agua y de la alimentación. La cuarentena por la pandemia del Covid-19 agravó esta situación.

Trabajan con estas comunidades las Hermanas del Instituto Hijas de María Auxiliadora – Salesianas- con cercanía, incorporación de voluntarios y capacidad de influencia en algunos líderes indígenas.

Para que las comunidades puedan resistir las consecuencias de la pandemia, se trabaja con dos estrategias:

  1. Respuesta a corto plazo: entrega de cestas de alimentos a las familias más vulnerables.
  2. Respuesta a medio plazo: puesta en producción de cien parcelas para agricultura familiar.

Además, se pretende educar en lo concerniente a la higiene, asesoramiento a organizaciones locales y actividades de promoción femenina.

Se solicita a Manos Unidas el 84% del coste (40.402 €) del material de las parcelas y de la protección sanitaria. Los beneficiarios son 1276 personas vulnerables.