Hoja Dominical Semanal nº 3 / 22 de noviembre de 2020
Parroquia de San Antonio
Únete cada día a uno de ellos para rezar a María por el fin de la pandemia y otras intenciones que unen a la humanidad
Este mes de mayo, el papa Francisco ha hecho una invitación a todos los cristianos católicos para unirse en una maratón de 30 días del rezo del Santo Rosario por el fin de la pandemia.
Aleteia se une a esta invitación ofreciéndote la agenda de transmisiones desde distintos santuarios del mundo para que puedas unirte, empezando el 1 de mayo con nuestro Pontífice presidiendo el rezo del Rosario desde la Basílica Vaticana.
El enlace diario para unirte al Santo Rosario convocado por el Papa desde distintos Santuarios del mundo a las 18 horas de Roma es el siguiente:
Y aquí tienes el esquema que se seguirá en cada oración para que puedas seguirlo más fácilmente.
Adicionalmente, los días 1 y 13 de mayo, tendremos transmisiones en vivo por Facebook desde Aleteia para poder conocer mejor el Santísimo Rosario, aprenderlo a rezar y conocer los mensajes de nuestra Santa Madre María pidiendo que lo recemos. Ambos días serán a las 14:00 horas de México, 15:00 de Bolivia, 16:00 de Argentina, 21:00 de España.
Maratón 30 días rezando el Rosario
DÍA 1 DE MAYO, BASÍLICA DE SAN PEDRO (VATICANO)
Por la humanidad herida a causa de la pandemia.
18:00 h Roma y Madrid, 11:00 Ciudad de México y Panamá, 12:00 Bolivia, 17:00 Londres
1B. DÍA 1 DE MAYO, LA BASÍLICA DE NUESTRA SEÑORA DE WALSINGHAM (INGLATERRA)
Por los fallecidos a causa de la pandemia.
Por los que no han podido despedirse de sus seres queridos.
Por los contagiados y los enfermos.
Por las mujeres embarazadas y los bebés por nacer.
Por los niños y adolescentes.
Por los jóvenes.
Por las familias.
Por los profesionales de la comunicación.
Por los ancianos.
Por las personas con discapacidad.
Por los pobres, los que no tienen techo y las personas en dificultad económica.
Por las personas solas y por aquellos que han perdido la esperanza.
Por los encarcelados.
Por los científicos e institutos de investigación médica.
Por los migrantes.
Por las víctimas de la violencia y de la trata de seres humanos.
Por los responsables de las naciones y de los organismos internacionales.
Por los médicos y las enfermeras.
Por los pueblos en guerra y la paz en el mundo.
Por los farmacéuticos y el personal sanitario.
Por los trabajadores socioasistenciales.
Por los voluntarios.
Por las fuerzas del orden, los militares y los bomberos.
Por los que prestan servicios esenciales.
Por los profesores, los estudiantes y los educadores.
Por los trabajadores y los empresarios.
Por los desempleados.
Por el Papa, los obispos, los presbíteros y los diáconos.
Por las personas consagradas.
Por la Iglesia.
Por el fin de la pandemia y la reanudación de la vida social y laboral.