El próximo lunes, 31 de mayo, el Papa Francisco concluirá la maratón de oración para invocar el fin de la pandemia rezando el Rosario en los Jardines Vaticanos, a las 17:45 horas (CET). La soledad, el desempleo, la violencia doméstica y social, pero también el progreso humano accesible a todos, y la reanudación de un fuerte impulso en la pastoral: estas son las distintas situaciones que se le confían a María en el rezo del Rosario con el que el Papa cerrará el mes mariano el lunes 31 de mayo y que puedes seguir en directo desde www.vaticanews.va

Fue el mismo Papa Francisco a abrir la maratón de oración el pasado 1 de mayo con una oración ante el icono de la Virgen del Socorro en la Basílica de San Pedro, tras la cual, los días posteriores, diferentes santuarios de todo el mundo participaron en esta “maratón” de oración.

La iniciativa, que, por deseo expreso del Santo Padre, ha sido organizada por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, fue muy apreciada por su sencillez y al mismo tiempo por el profundo sentido de comunión con la Iglesia y con el Papa Francisco, en la que millones de personas han rezado el Rosario cada día de la forma en que su cultura y país lo expresa de forma natural.

La oración se retransmitirá en directo por los canales oficiales de la Santa Sede, se conectarán todas las redes católicas del mundo y será accesible para las personas sordas y con problemas de audición a través de la traducción a la lengua de signos italiana LIS.

Fin de la maratón frente a la Virgen María Desatando Nudos

Como signo final, el Papa Francisco ha querido dirigir su oración a una imagen de la Virgen de la que es muy devoto: la Virgen María Desatando Nudos. El icono que recoge esta particular representación de la Virgen se encuentra en Augsburgo, Alemania, y consiste en una pintura al óleo sobre lienzo realizada por el pintor alemán Johann Georg Melchior Schmidtner hacia 1700, que actualmente se encuentra en la iglesia de San Pedro am Perlach. El Papa Francisco siempre ha mostrado una fuerte devoción por esta imagen y ha difundido su culto especialmente en Buenos Aires y Argentina. El cuadro representa a la Virgen intentando desatar los nudos de una cinta blanca tendida por dos ángeles, rodeada de escenas bíblicas que remiten simbólicamente a imágenes de esperanza, misericordia y victoria sobre el mal.

“Copia única del icono original conocido en toda Baviera con motivo de una peregrinación de las diócesis bávaras a Augsburgo celebrada en el año 2015, llegará a Roma acompañada por el obispo de Augsburgo, monseñor Bertram Johannes Meier”, quien lo donará al Papa Francisco, que lo destinará según sus intenciones, según da a conocer el comunicado del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, organizador de la iniciativa de la maratón de oración.

El Papa Francisco confía a la Virgen cinco “nudos” a desatar

La elección de esta imagen quiere representar una oración especial para que la Virgen interceda para “disolver” el sufrimiento que ha atado al mundo en este tiempo de crisis sanitaria, pero también económica, psicológica y de relaciones sociales. Por ello, el Papa Francisco confiará a la Virgen cinco intenciones de oración, cinco “nudos” a desatar.

El primer nudo que hay que desatar es el de la relación herida, la soledad y la indiferencia, que se han profundizado en este tiempo.

El segundo nudo es el del desempleo, con especial atención al desempleo juvenil, al femenino, al de los padres de familia y al de los que intentan defender a sus empleados.

El tercer nudo está representado por el drama de la violencia, en particular la que se origina en la familia, en el hogar dentro de las paredes de la casa, hacia las mujeres o deflagrada en las tensiones sociales generadas por la incertidumbre de la crisis.

El cuarto nudo se refiere al progreso humano, que la investigación científica está llamada a apoyar, poniendo en común los descubrimientos para que sean accesibles a todos, especialmente a los más débiles y pobres.

El quinto nudo por desatar es el de la atención pastoral. Que las Iglesias locales, las parroquias, los oratorios, los centros de pastoral y de evangelización redescubran el entusiasmo y el nuevo impulso en toda la vida pastoral. Que los jóvenes puedan casarse y construir una familia y un futuro.