El 16 de julio se celebra el Día de las gentes del mar, coincidiendo con la fiesta de su patrona, la Virgen del Carmen. «¡Naveguemos juntos!» es el lema de este año, con el que se une al Sínodo 2021-2023, “Por una Iglesia Sinodal: Comunión, Participación y Misión”.

El departamento «Stella maris» (Apostolado del Mar), dentro de la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y la Movilidad humana, fue el encargado de editar los materiales para esta Jornada.

 

 

¿Cuál es el mensaje del obispo promotor?

Mons. Luis Quinteiro Fiúza, obispo promotor de «Stella maris» (Apostolado del Mar), comienza su mensaje destacando el arraigo de la festividad de la Virgen del Carmen entre los hombres y las mujeres del mar. “Eso es fácil de entender –puntualiza- si se piensa en lo peligrosa y difícil que ha sido siempre -y sigue siendo- la vida en el mar”. En medio del mar, “el marinero se encuentra solo entre el agua y el infinito y es entonces cuando siente que rezar es una necesidad y un consuelo que le da fortaleza y paz”. La vida pastoral siempre ha sido muy activa en los pueblos marineros, “así como la preocupación de la Iglesia por las precarias condiciones de vida de las gentes del mar”.

 

Stella Maris, la organización de la Iglesia para acompañar a los hombres del mar

Una preocupación que se materializó con el nacimiento de la organización internacional Stella Maris. Se fundó en Glasgow en 1920 y está presente en España desde 1927. Su objetivo, explica Mons. Quinteiro, es brindar a la gente del mar la asistencia humana y espiritual que puedan necesitar para su bienestar durante su estancia en los puertos, así como el apoyo a sus familias.

El papa San Juan Pablo II publicó en 1997 la carta apostólica en forma de motu proprio “Stella Maris”. Un documento que actualiza las normas para adecuar la asistencia religiosa a las peculiaridades que requieren las personas que trabajan en el comercio marítimo o en la pesca, sus familias, el personal de los puertos y todos los que emprenden un viaje por mar.

Mons. Quinteiro, en este repaso por algunos momentos claves del Apostolado del Mar, llega hasta el XXI Congreso Mundial del Apostolatus Maris del año 2003, que supuso un gran crecimiento de los Stella Maris como “una realidad llena de esperanza para todos los hombres y mujeres del mar. Hoy es el organismo eclesial que sostiene y canaliza la acción misionera y caritativa de la Iglesia para las gentes del marLa Iglesia y el papa Francisco nos invitan a renovar y a fortalecer este compromiso porque entre las gentes del mar están los más desheredados del mundo”.

 

Navegar juntos hacia un mundo del mar más humano y más justo

En este mensaje para el Día de las gentes del Mar, el también obispo de Tui-Vigo recuerda la dureza del trabajo del mar “en muchos casos en condiciones extremas tanto físicas como psicológicas y espirituales”. Unas condiciones “que en los últimos tiempos se han agravado. Todavía no hemos superado del todo las críticas condiciones de la pandemia del COVID cuando una guerra tan horrorosa como injusta llena a Ucrania de dolor y tragedias cotidianas que ponen al mundo al borde de una crisis global”.

Además de las desgracias que sacuden el mundo del mar “que nos sumen a todos en una tristeza infinita, llorando sin consuelo humano a tantas víctimas que se hunden en las aguas y dejan a las familias destrozadas y sin justicia”, destaca el hundimiento del Villa de Pitanxo en tierras de Terranova que “ha cubierto de luto a los familiares de las víctimas y ha puesto ante el mundo el clamor por los derechos de unos hombres y mujeres que se sienten abandonados. En ocasiones, el dolor de las gentes del mar sacude la conciencia del mundo y nuestra sociedad descubre con sorpresa la deuda contraída con todos ellos”. Una deuda que “exige un compromiso activo de todos para dignificar las condiciones humanas de la vida en el mar”.

Un compromiso también por parte de la Iglesia “para afrontar los grandes retos de la dignificación del trabajo humano en el mar”. Para ello propone la llamada del papa Francisco en el Sínodo, “caminar juntos en nuestro compromiso cristiano en el mundo”.

Por eso, y en sintonía con el lema de este año, invita a afrontar los retos de nuestro tiempo: “Naveguemos juntos, queridos hombres y mujeres de la mar, en esta esperanzadora travesía hacia un mundo del mar más humano y más justo”.

 

La Pastoral del mar en datos

Algunos datos de la Memoria de Stella Maris – Apostolado del Mar del año 2021:

  • 15 delegaciones de Stella Maris en: A Coruña, Cariño (diócesis de Mondoñedo-Ferrol), Gijón (diócesis de Asturias), Vigo, Laredo (diócesis de Santander), Santurce (diócesis de Bilbao), Barcelona, Tarragona, Huelva, Castellón, Valencia, Almería, Motril (diócesis de Granada), Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria. En 8 de ellas, disponen de un local para los marinos.
  • 126 agentes de pastoral: 10 sacerdotes, 3 diáconos y 114 laicos.
  • 5.410 barcos visitados.
  • 6.243 marinos han visitado los centros Stella Maris.
  • Unos 40.000 marinos mercantes y pescadores se han beneficiado con las visitas a los buques de los agentes de pastoral o a través de sus instalaciones.

El objetivo de Stella Maris es ofrecer al marino “un hogar lejos del hogar” y atenderles en sus necesidades sociales, culturales, laborales y espirituales, además de la atención a sus familias, especialmente en el caso de poblaciones marineras.

Una de las actividades principales es la visita a los barcos durante el tiempo que están en puerto. Se contacta con las tripulaciones para ponerse a su disposición y saber sus necesidades.

En los puertos pesqueros se presta atención a los pescadores y sus familias.