Como todos los primeros jueves de mes, el día 2 de febrero tendremos oración ante Jesús Sacramentado de 20’30 a 22.

¡Te invitamos a que dediques un rato de tu tiempo a la adoración al Santísimo Sacramento!

Oración a San Miguel

Arcángel San Miguel,
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad
y las asechanzas del demonio.
Reprímale Dios,
pedimos suplicantes.
Y tú, Príncipe de la celestial milicia,
lanza al infierno,
con el divino poder,
a Satanás
y a los otros malignos espíritus
que discurren por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén.

 

Oración a San José

¡San José, Custodio amante
de Jesús y de María,
enséñame a vivir siempre
en tan dulce compañía!
Sé mi maestro y mi guía
en la vida de oración;
dame paciencia, alegría
y humildad de corazón.
No me falte en este día
tu amorosa protección,
ni en mi última agonía
tu piadosa intercesión.

 

Salmos de la alegría

Que se alegren los que se acogen a Ti con júbilo eterno; protégelos, para que se llenen de gozo los que aman tu Nombre. Porque tú, Señor, bendices al justo, y como un escudo lo cubre tu favor (5,12-13).
Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré. Por eso se me alegra el corazón, se gozan mis entrañas y mi carne descansa serena: porque no me entregarás a la muerte ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha (15,8-11).
Nosotros aguardamos al Señor: él es nuestro auxilio y escudo; con él se alegra nuestro corazón, en su santo nombre confiamos (32,20-21).
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio, lávame: quedaré más blanco que la nieve. Hazme oír el gozo y la alegría, que se alegren los huesos quebrantados (50,9-10).
Alegra el alma de tu siervo, pues levanto mi alma hacia Ti, porque tú, Señor, eres bueno y clemente, rico en misericordia con los que te invocan (85,4-5).
El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia. No nos trata como merecen nuestros pecados ni nos paga según nuestras culpas. Como un padre siente ternura por sus hijos, siente el Señor ternura por sus fieles; porque Él conoce nuestra masa, se acuerda de que somos barro (102, 8.10.13-14).

 

Ofrecimiento diario por el mundo

Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la redención del mundo.
Señor mío y Dios mío Jesucristo:
por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo sacrificio del altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino.
Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestro Párroco y sus intenciones.

 

Peticiones de San Agustín

Señor mío Jesucristo, conózcame a mí y que te conozca a Ti.
Nada desee fuera de Ti. Aborrézcame a mí y que te ame a Ti.
Haga todas las cosas por Ti. Humílleme a mí y que te ensalce a Ti.
Nada piense fuera de Ti.
Mortifiqueme a mí y viva en Ti. Reciba todo lo que venga como de Ti.
Persígame a mí y siempre anhele seguirte a Ti.
Huya de mí y que te tema a Ti.
Desconfíe de mí y confíe en Ti.
Quiera obedecer por Ti.
A nada me apegue sino a Ti, y sea pobre por Ti.
Mírame para que te ame.
Llámame para que te vea.
Y para que eternamente te goce. Amén.