A través de estas dos casillas, independientes y compatibles entre sí, podemos decidir el destino de una parte de la cuota íntegra de nuestro IRPF, un 0,7% en cada caso: un 0,7% en la casilla 105 y un 0,7% en la casilla 106. Si no las marcamos, esa parte de nuestra cuota íntegra se asignará a los Presupuestos Generales del Estado. Decidas lo que decidas, no pagarás más impuestos ni se verá reducida la cantidad a devolver. Podemos así decidir cómo queremos que se invierta una parte de nuestros impuestos.