Como hacemos todos los primeros jueves de mes, el día 2 de octubre tendremos nuestra oración ante Jesús Sacramentado de 20’30 a 22.

¡Te invitamos a que dediques un rato de tu tiempo a la adoración al Santísimo Sacramento!

 

 

Ven, Espíritu divino

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre,
don, en tus dones espléndido,
luz que penetra las almas,
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.

 

Tomad, Señor, y recibid (San Ignacio de Loyola)

Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad, todo mi haber y mi poseer; Vos me lo disteis, a Vos, Señor, lo torno; todo es vuestro, disponed de ello conforme a vuestra voluntad; dadme vuestro amor y gracia, que ésta me basta.

 

Vuestra soy, para Vos nací (Santa Teresa de Jesús)

Vuestra soy, para Vos nací,
¿Qué mandáis hacer de mí?
Soberana Majestad,
Eterna Sabiduría,
Bondad buena al alma mía,
Dios, alteza, un ser, bondad,
la gran vileza mirad
que hoy os canta amor así:
¿Qué mandáis hacer de mí?
¿Qué mandáis, pues, buen Señor,
que haga tan vil criado?
¿Cuál oficio le habéis dado
a este esclavo pecador?
Veísme aquí mi dulce Amor;
Amor dulce, veísme aquí.
¿Qué mandáis hacer de mí?
Veis aquí mi corazón.
yo le pongo en vuestra palma,
mi cuerpo, mi vida y ama,
mis entrañas y afición;
dulce Esposo y redención,
pues por vuestra me ofrecí,
¿qué mandáis hacer de mí?
Dadme muerte, dadme vida,
dad salud o enfermedad,
honra o deshonra me dad,
dadme guerra o paz cumplida.
flaqueza o fuerza a mi vida,
que a todo diré que sí.
¿Qué mandáis hacer de mí?
Si queréis, dadme oración,
si no, dadme sequedad,
si abundancia y devoción.
y, sino, esterilidad.
Soberana Majestad,
sólo hallo paz aquí.
¿Qué mandáis hacer de mí?
Dadme, pues, sabiduría,
o por amor ignorancia;
dadme años de abundancia
o de hambre y carestía;
dad tiniebla o claro día,
revolvedme aquí o allí.
¿Qué mandáis hacer de mí?
Si queréis que esté holgando,
quiero por amor holgar;
si me mandáis trabajar,
morir quiero trabajando.
Decid, dónde, cómo y cuándo;
Decid, dulce Amor, decid.
¿Qué mandáis hacer de mí?
Esté callado o hablando,
haga fruto o no le haga;
muéstreme la Ley mi llaga,
goce de Evangelio blando;
esté penando o gozando,
sólo Vos en mí vivid.
¿Qué mandáis hacer de mí?
Vuestra soy, para Vos nací.
¿Qué mandáis hacer de mí?

 

Oración a San Miguel

Arcángel San Miguel,
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad
y las asechanzas del demonio.
Reprímale Dios,
pedimos suplicantes.
Y tú, Príncipe de la celestial milicia,
lanza al infierno,
con el divino poder,
a Satanás
y a los otros malignos espíritus
que discurren por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén.

 

 

 

Oración a San José

¡San José, Custodio amante
de Jesús y de María,
enséñame a vivir siempre
en tan dulce compañía!
Sé mi maestro y mi guía
en la vida de oración;
dame paciencia, alegría
y humildad de corazón.
No me falte en este día
tu amorosa protección,
ni en mi última agonía
tu piadosa intercesión.