Fallecimiento de D. Simón, párroco emérito de San Pedro de Visma
Nació D. Simón el 21/11/1935 en Orto (Boqueixón), una bonita zona rural desde donde se ve nacer el sol. Está rodeada de campos de cultivo y abundantes arboledas. Está detrás del Pico Sacro y cerca de un monte con abundante cuarzo que es explotado por tener ese mineral.
Su ordenación sacerdotal fue en el año 1961 y falleció en la madrugada del 24/12/2020 para pasar la Navidad en el Cielo.
Estaba en la Casa Sacerdotal de Santiago de Compostela, en donde tuvo todas las atenciones necesarias y pudo recibir con tiempo la Unción de Enfermos y a última hora la recomendación del alma.
Su familia es una familia cristiana en donde Dios es tratado familiarmente. Recordaba con frecuencia a su abuelo a quien le debía mucho por su ayuda a los estudios.
Estudió en el Seminario de Santiago desde niño y se ordenó en el año 1961. Luego de ordenado decidió ir a Pamplona a estudiar. Pensaba que era un momento oportuno para ampliar sus estudios y que si esperaba para más tarde sería todo bastante más complicado.
En Pamplona hizo Derecho Canónico y a su regreso a Santiago lo enviaron de vicario a la parroquia de S. Pedro de Mezonzo de La Coruña. Con tal motivo, decía él, le cogió amor a la ciudad de La Coruña. Pasó luego al seminario de Belvís, pero viviendo en la Casa Sacerdotal.
Pasado el tiempo, la diócesis lo envía a Oleiros (Ribeira) y luego a Présaras, desde donde atendió una EFA (Escuela Familiar Agraria), y ya por último a la parroquia coruñesa de San Pedro de Visma, ya con amplia experiencia pastoral.
En S. Pedro se metió en numerosas obras: restauración de la iglesia parroquial, nueva casa rectoral y cementerio.
No le faltaron problemas, pero con su carácter dialogante y positivo fue consiguiendo muchas de sus metas.
Era un hombre de amigos, tanto entre los feligreses como los sacerdotes. Cuando celebró sus bodas de oro sacerdotales, reunió a los párrocos de La Coruña en una alegre y animada comida.
Tenía afán de que se recordaran datos y personajes históricos de sus distintas parroquias por donde pasó como sacerdote y con tal motivo escribió un libro cuyo título es “Andanzas de un cura semi-rural”.
De este libro salió una recensión en el Boletín de la Diócesis y les llegó a muchos de sus amigos, en ocasiones, dedicado personalmente.
Por razones de su enfermedad paso a vivir en la Casa Sacerdotal, en donde se encontró muy a gusto por los compañeros y también por estar cerca de su tierra (Boqueixón), a donde iba siempre que podía.
Como ya no tenía labor pastoral directa, empezó a comunicarse con sus amigos, que eran muchos, a través de WhatsApp. Enviaba sus homilías con reflexiones sobre el Evangelio de los domingos, que preparaba con mucha ilusión.
Se valió de amigos para que se las publicaran en sus blogs y así las daba a conocer a mucha gente y se los enviaba a todas las personas de las que tenía dirección.
Las respuestas fueron buenas y algunas entusiastas, pues la amistad dispone los corazones.
Su familia le cuidó mucho e iba a comer con hermanos y sobrinos con frecuencia y rezaba por ellos para que fuesen buenos cristianos y no se contagiaran del ambiente pagano.
Le ayudó mucho la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, de la que fue socio desde apenas ordenado, siendo del grupo de los primeros de esta diócesis. Esto le dio mucha fuerza y paz que luego transmitía a otros.
Estuvo muy unido al Sr. Arzobispo, a quien daba cuenta de todos sus proyectos y escuchaba sus sugerencias.
Llevó la enfermedad con muy buena cara y con paz, a pesar de los sufrimientos que no le abandonaban. Ya conocía lo que tenía y tenía todo pensado y comunicado a familiares y amigos.
Hasta última hora se interesó por cuestiones de la historia de Galicia y de España: el Pico sacro, S. Rosendo, los visigodos, Recaredo etc., y no se cansaba de tomar notas y hacer comentarios.
Que el Señor le acoja en su infinita misericordia y que nos encomiende a todos nosotros sus amigos, familiares y conocidos.
El funeral fue en la parroquia de S. Juan de Santiago de Compostela, que había elegido el mismo D. Simón por ser una iglesia espaciosa y cercana.
Presidió la Santa Misa el Sr. Arzobispo y asistieron unos 13 sacerdotes, entre ellos, el Vicario del Opus Dei en Galicia, D. Isidro.
La homilía fue sobre este encuentro definitivo con Dios y de cómo vivimos para Dios, que es el amo y nos da fuerzas en la vida ordinaria.
- Simón fue fiel al Señor y al cumplimiento de su voluntad.
Al final el administrador parroquial de S. Juan les dio gracias en nombre de la familia al Sr. Arzobispo y a todos los asistentes e informó de cómo en la Casa Sacerdotal se había ofrecido una misa participada por todos los sacerdotes residentes y cómo el director de la residencia sacerdotal, D. Ricardo Viqueira, le ofreció una Misa en su parroquia de S. Antonio de Fontiñas. Otros sacerdotes comunicaron que le habían nombrado en todas las misas y rezado por él.
Luego el entierro fue en su parroquia natal de S. Vicente de Boqueixón, en donde le esperaban el Administrador, D. Francisco Buide, y el arcipreste, D. José Sánchez Piso, y un buen grupo de vecinos.
La iglesia estaba abierta y muy bien arreglada.
Fuente: blog de la Parroquia de San Cayetano de Santiago de Compostela.