42 personas ucranianas residen en el albergue del Monte do Gozo
“Queremos volver a casa para abrazar a nuestras familias y que la guerra se acabe lo antes posible”, en estos términos se expresaron madres ucranianas que desde hace casi un año están alojadas en el albergue del Centro Europeo de Peregrinaciones Juan Pablo II del Monte do Gozo. Allí conviven cuarenta y dos personas, fundamentalmente madres con hijos -15 niños en total-, que tuvieron que hacer un largo y peligroso viaje desde Ucrania escapando del horror de la guerra. Todas ellas fueron llegando en distintas expediciones que salieron de la zona de conflicto y acogidas por ONGs.
Las familias ucranianas fueron visitadas por la conselleira de Política Social, Fabiola García, acompañada del director xeral, Arturo Parrado, que departieron con los residentes y recorrieron las instalaciones.
En aquellas dependencias fueron recibidos por el director del centro, Román Wcislo, y Jesús García Vázquez, Anuncio Mouriño y Javier García, del equipo directivo de Cáritas Diocesana de Santiago de Compostela, entidad que se encarga de sufragar los gastos generales y de funcionamiento, que puso un equipo técnico para atender estas familias desde el primer momento de su llegada.
El director del centro explicó los trabajos que se llevan a cabo desde hace casi un año “en el que comenzamos a recibir las primeras familias ucranianas” y dio cuenta del funcionamiento del albergue
Agradecimiento
Al ser preguntadas las madres mostraron su agradecimiento por la acogida que les han dispensado, “venimos sin nada, con tan solo una mochila y ahora Santiago es nuestra segunda casa”, le dijeron a la conselleira de Política Social. El director diocesano de Cáritas, Anuncio Mouriño, señaló que las familias disponen de tarjeta sanitaria, que los niños están escolarizados, que cuentan con transporte urbano para trasladarse a Santiago y que se trabaja para intentar encontrar puestos laborales a las madres. Todas las personas alojadas están recibiendo clases de español ofrecidas por la UNED, siendo presenciales y online, y tienen también clases de refuerzo impartidas por dos personas voluntarias.
Por su parte Fabiola García agradeció a la Iglesia la atención que está desarrollando con estas familias “intentamos mejorar las ayudas que concedemos para que puedan hacer ese trabajo”, al tiempo que anunció que estaba a punto de ser aprobada una nueva orden para “potenciar al máximo este tipo de ayudas que se prestan a estas familias ucranianas en toda Galicia”.