Día: miércoles 19 de febrero

Hora: 20:30 hs.

Lugar: Salón de Actos de la Avda. Finisterre, 260.

 

FORMACIÓN PERMANENTE DE ADULTOS

Tema: “Magisterio del Papa Francisco”.

 

CINCO  RAZONES  POR  LAS  QUE  UN  CATÓLICO  DEBE  FORMARSE  EN  LA  FE

En la actualidad muchos católicos se encuentran en distintas situaciones en las que son abordados por personas que no comparten las mismas creencias o las cuestionan, y en ocasiones no son capaces de dar respuestas satisfactorias debido a la falta de formación de la fe.

  1. Porque conociendo la fe se le ama

Conocer nuestra fe para amarla, porque nadie ama lo que no conoce. Los católicos debemos conocer los contenidos de nuestra fe, porque la fe no es esencialmente un sentimiento sino que es la adhesión de todo nuestro ser a un conjunto de verdades.

Por lo tanto, debemos para ello conocer a fondo la fe de la iglesia. La fe que no se conoce, no se ama.

  1. Porque aprendemos a vivir cristianamente

Si queremos servir al Señor y amar a la Iglesia debemos esforzarnos por formarnos integralmente ¿Cómo podemos vivir cristianamente si no sabemos lo que es nuestro cristianismo?  Esta formación no puede ser superficial sino encarnada e integral. Conocer y amar para vivir.

  1. Porque debemos dar razón de nuestras creencias

Para compartir nuestra fe debemos aprender a dar razón de lo que creemos.

San Pedro invitaba a los cristianos a que “estén siempre dispuestos a dar a todos los que le pidan la razón de su esperanza” (1 Pe 3,15). Estas palabras también se aplican a nosotros. Mostrar nuestra convicción con argumentos.

  1. Porque nos permite defendernos

La formación del cristiano es especialmente necesaria en nuestro tiempo ya que vivimos en un ambiente contrario a la fe. Se atacan nuestras creencias y valores a través de la prensa, el gobierno de turno, internet, etc.

  1. Porque nos ayuda a dialogar con aquellos que están alejados de la Iglesia

Formarnos ayudará al diálogo con los hermanos separados y de otras confesiones religiosas.

La mejor manera de dialogar es saber bien cuál es nuestra fe y saber encontrar los puntos que tenemos en común y los que nos diferencian.