El doctor Carlos Centeno aclaró varios mensajes confusos en la opinión pública sobre cómo atender a enfermos con sufrimiento grave.

El Instituto Core Curriculum de la Universidad de Navarra celebró la mesa redonda “Acerca de la eutanasia: recuperar el sentido de la dignidad, el cuidado y la autonomía”. En él participaron cuatro expertos que abordaron el tema desde el pensamiento, la medicina, el derecho y la comunicación, moderados por la decana de la Facultad de Enfermería, Mercedes Pérez.

Carlos Centeno, oncólogo y director del servicio de Medicina Paliativa de la Clínica Universidad de Navarra, además de profesor de esta especialidad, lanzó cinco mensajes dirigido a la «atención de enfermos con sufrimiento grave, lo cual no siempre quiere decir que vayan a morir».

  1. MEDICINA PALIATIVA ES MEDICINA DEL ALIVIO DEL SUFRIMIENTO INTENSO EN SITUACIONES DE GRAVEDAD.

«A todos nos gustaría morir en paz y sin violencia», dijo. «Y hoy es posible gracias a la buena medicina. con la medicina se puede curar. La eutanasia, en cambio, es morir con violencia.».

Recordó una frase del doctor Gonzalo Herranz, una autoridad mundial en Ética Médica, quien afirma: «La medicina y la eutanasia no se encuentran».

«El problema de la eutanasia es que se persigue el terminar con la vida de la persona, adelantar la muerte». En cambio, «la medicina paliativa es no para morir sino para aliviar el sufrimiento intenso en una enfermedad grave». «Busca el alivio», subrayó, «y se dan casos en que el enfermo sana».

  1. LA MORFINA, BUENA MEDICINA.

A este respecto, rompió el mito de que la morfina es igual a eutanasia. «La morfina no es eutanasia, es buena medicina cuando se usa correctamente».

  1. LA SEDACIÓN PALIATIVA ES UNA RESPUESTA DE LA MEDICINA AL SUFRIMIENTO INTOLERABLE.

«La sedación -explicó- es un arma terapéutica más para aliviar el sufrimiento insoportable. Podemos poner al paciente a dormir, y eso ayuda a la gente que tiene miedo al sufrimiento. Incluso la sedación puede ser intermitente; por ejemplo, podemos sedar por las noches para que descanse y luego durante el día el enfermo pueda estar despierto.»

El doctor Centeno recalcó que «la sedación exige proporcionalidad» y que siempre debe usarse «para aliviar», no para anticipar la muerte.

  1. NO HAY QUE HACER «TODO LO QUE SE PUEDA» AL FINAL DE LA VIDA.

El oncólogo pidió que al hablar de la enfermedad no se pierda de vista la dignidad de la persona. Eso implica la «adecuación del esfuerzo terapéutico, es decir, decidir que algo es demasiado y aceptar pacíficamente que la enfermedad ha llegado al final». Con ello se evitaría el encarnizamiento terapéutico.

«Se trata siempre de adecuar la medicina a lo que necesita el enfermo», dijo e insistió: «Adecuar es medicina».

  1. LA PLANIFICACIÓN ANTICIPADA DEBE INCORPORARSE A LA PRÁCTICA CLÍNICA.

Centeno planteó también la necesidad (y la obligación) de atender al enfermo escuchándole, «compartir con el enfermo cómo quiere las cosas, si quiere tal tratamiento…».

Recordó que fue el propio san Juan Pablo II quien decidió pasar los últimos días de su vida en su habitación del Vaticano en vez de ingresar de nuevo en el Hospital. «El papa dijo ‘no vuelvo al Gemelli’ y eso es una planificación anticipada, como su última frase: ‘Dejadme partir a la Casa del Padre’. No es eutanasia sino escuchar al paciente. Y así se hizo».

Sobre la necesidad de una ley de Cuidados Paliativos

El doctor Centeno explicó, ya en el turno de preguntas, que existe una ley de Cuidados Paliativos en Francia, Alemania, Italia, Bélgica y Portugal, en los casos más próximos a España.

Aunque desde quienes luchan contra la eutanasia se pide una ley de Cuidados Paliativos, este experto matizó que «hay distintas maneras de amparar al paciente. Una ley es una forma de hacerlo, pero existen otras vías para no dejar al frágil desprotegido.»

¿Qué es más caro, la eutanasia o los paliativos?

En términos económicos, se le preguntó qué es más caro, la eutanasia o los cuidados paliativos. Centeno respondió que desconocía si hay datos del gasto que origina la eutanasia: «Lo que sí puedo afirmar -dijo a continuación- es que los cuidados paliativos no son caros. Para ello, un hospital necesita un médico, una enfermera y un psicólogo». Y añadió: «No tener cuidados paliativos nos sale fatal. Y no cuidar es mucho más caro que cuidar bien.»