Los obispos españoles estuvieron desde el lunes 13 realizando la Visita ad limina apostolorum, es decir, la visita que todos los obispos católicos deben hacer, cada cinco años, a Roma.

Los prelados viajaron organizados en cuatro grupos, distribuidos por Provincias Eclesiásticas. En el primer grupo, que permaneció esta semana, participaron 24 obispos de las Provincias Eclesiásticas de Santiago de Compostela, Oviedo, Burgos, Pamplona y Tudela, y Zaragoza. En esta tanda se encuentran, por tanto, el arzobispo compostelano mons. Julián Barrio y su auxiliar mons. Francisco Prieto.

La jornada comenzó con la celebración de la Eucaristía en la Cripta Vaticana, presidida por monseñor Julián Barrio. En su homilía, el arzobispo recordó que “junto a la tumba del apóstol Pedro en estos tiempos nuevos para la Iglesia, no podemos resignarnos a padecerlos pasiva o angustiadamente, sino que hemos de vivirlos con la alegría de la fidelidad, liberados del miedo y de la tristeza”.

El arzobispo de Santiago participó el martes 14 como interlocutor en la Congregación para los Obispos; el miércoles 15, en el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y en la Congregación para el Clero, y el sábado 18, en la Secretaría de Estado, en la Sección de Relaciones con los Estados.

El momento central de esta Visita ad limina tuvo lugar el jueves 16 a partir de las 10:30 horas con la audiencia que el Papa Francisco ofreció a los obispos participantes en el Palacio Apostólico.